Florida facilitaría a médicos foráneos homologar títulos

Ana María Jaramillo Para EL TIEMPO Dic 03 de 2014
Miami. A Carlos Rueda Ríos, un médico de la Universidad Industrial de Santander (UIS), la validación del título en Estados Unidos le costó un año y medio y 25 millones de pesos –más lo que dejó de devengar durante ese tiempo–. Rueda reconoce que corrió con suerte, pues presentó los cuatro exámenes cuando tenía 26 años y además los pasó con las notas más altas. Lo demás fue más sencillo.

Carlos Rueda Ríos, médico colombiano
que tras un largo y costoso proceso
logró homologar su título en Estados Unidos.
Pero el caso de este médico colombiano es, más que la regla, la excepción. Cada vez llegan más médicos latinoamericanos buscando un mejor futuro y se topan con exámenes complicados, largos y costosos, pero aun después de pasarlos, a la hora de adjudicar las residencias de especialización, los hospitales privilegian a médicos estadounidenses o extranjeros jóvenes que hayan sacado muy altas puntuaciones en su primer intento.

“Debido a la ley de salud llamada Obamacare, millones de personas se están incorporando al sistema de salud, por lo que se necesitan cada vez más médicos, y aunque en el sur de la Florida los tenemos –de América Latina–, todo se les hace más difícil a la hora de homologar y buscar residencia”, le dijo a EL TIEMPO el doctor Julio César Alonso, director de Solidaridad sin Fronteras (SSF), organización que ayuda en la validación de títulos a los inmigrantes con carreras en salud para que puedan trabajar en la Florida.

Esta organización acaba de lanzar la campaña ‘Ready to help’, la cual busca que la legislatura estatal apruebe dos propuestas a principios del 2015. La primera reduciría de cuatro a uno los exámenes USMLE (United States Medical Licensing Examinatios), los cuales deben presentar los médicos para validar sus títulos en el estado. Y la segunda facilitaría la residencia de especialización a quienes aprueben el USMLE, a cambio de que los galenos trabajen –mientras dura el entrenamiento– sin salario en áreas deprimidas.

Según Alonso, en SSF han trabajado con 1.208 médicos y odontólogos colombianos, de los cuales no más del 4 por ciento han logrado validar sus títulos. Rueda se graduó de la UIS en el 2007 como médico y cirujano general. Como tenía un hermano médico viviendo en Nueva York, ahorró para seguir sus pasos.

Al llegar a la Gran Manzana a visitar a su hermano, se dio cuenta de que la vida de un médico era distinta allí, pues en Colombia al residente no le pagan; en EE. UU. recibía un sueldo que le permitía vivir bien. “Fue cuando tomé la decisión de quedarme. La medicina en EE. UU. tiene muy buenos recursos, investigación y acceso a la tecnología”, le dijo a EL TIEMPO.

Rueda volvió a Colombia para estudiar para los exámenes, que pasó con la mejor nota, y actualmente está en el Adovocate Illinois Masonic Medical Center de Chicago, haciendo cardiología, una subespecialidad que tiene demanda entre los médicos de EE. UU., por lo que es difícil conseguir un lugar co-mo extranjero.

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