La salud en Santos-II

Conociéndose ya que Juan Manuel Santos continuará siendo por los siguientes 4 años el presidente de los colombianos, resulta pertinente analizar qué se espera para el sector salud en esta segunda etapa de gobierno del recién reelegido mandatario.

Antes del paso formal a Santos-II, buscando conseguir la cobertura universal, se ha anunciado que antes del próximo 7 de agosto, se unificarán vía decreto viejas normas de cobertura de salud para eliminar las trabas que dejan a miles de ciudadanos fuera del sistema, como por ejemplo, las personas que hoy pierden su empleo no pueden acceder a los servicios de salud y que esto aparecerá simultáneamente con el decreto de habilitación financiera de las EPS.

En el tema de la reforma gestada y presentada por el gobierno en marzo de 2013, dado que los resultados no fueron los mejores, son varias las acciones que vendrán: como quiera que hay una ley estatutaria que pretende definir el ámbito del derecho a la salud y que fue avalada por la Corte Constitucional pero condicionada, deben darse los ajustes ordenados por ese tribunal para que se pueda producir la sanción presidencial y convertirla en ley de la República; con respecto el proyecto de ley ordinaria que definía el modelo de operación del sistema y que se hundió sin siquiera superar el trámite en el Congreso por falta de tiempo y falta de sintonía en varios temas entre parlamentarios y el ejecutivo, seguramente se volverá a radicar por el gobierno y con una mayoría oficialista en el Congreso, se esperaría que tuviese un tránsito legislativo sin contratiempos.

Si bien en Santos-I, a pesar que el gobierno destaca que la definición de estrategias para estabilizar el sector salud significó mejoramiento de ingresos para el sistema de 5,8 billones, giro directo de recursos por 12,8 billones y un saneamiento de 2,7 billones, siguen quebrándose hospitales públicos, hay deudas billonarias entre actores del sistema que aún no se sabe cómo se pagarán, afectándose con esas circunstancias la atención integral de los pacientes, por eso hoy hay enfermos que no debieran enfermarse y muertes de personas cuyos fallecimientos serían prevenibles y por lo tanto evitables.

En ese orden de ideas, en Santos-II deberá revisarse la sostenibilidad de las fuentes de financiación de algunos programas de salud, pues para el mismo Ministro de Salud hoy resulta preocupante que un programa como la vacunación se financie con “recursos provenientes de la cuenta ECAT del FOSYGA” que “no es fuente obvia”, y que siga “siendo paradójico que los recursos del sector dependan de si la economía crece más de cuatro por ciento”.

Si se desea contrarrestar eso, Colombia obligadamente y de una vez por todas, deberá transitar a la prevención en salud, tal como lo dijo el presidente de una multinacional farmacéutica de visita en este país hace un par de días, “la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de salud es la colocación de recursos que se enfoquen en las enfermedades prevenibles”, lo que está en plena armonía con lo dicho en el 2013 por Marc Lalonde, exministro de Salud canadiense, a su paso por Colombia quien dijo que “si un país desea efectivamente mejorar la salud de sus habitantes y la realidad financiera de su sistema de salud, debe invertir en promoción de la salud y prevención de la enfermedad”.

En últimas, en la fase Santos-II, los colombianos esperan que el derecho a la salud se traduzca finalmente en una realidad efectiva y deje de ser el discurso que ha venido siendo desde la Constitución de 1991…¡que sea la transición real a la recuperación de la salud como derecho!

ubeltran@hotmail.com 2014-06-17 @ulahybelpez

Tomado de El Heraldo

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